jueves, 13 de mayo de 2010

BEBEME

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Beberás del cántaro de ilusión.
las mieles de mis febriles tesoros,
dulce elixir que mana de mis poros,
invitándote a la demente acción.

Dominado por tu fuerte adicción,
haces que olvidemos nuestros decoros,
de frenesí se suceden mis lloros,
bajo la sombra de la seducción.

Arrullados por ese descontrol,
nos entregamos a nuestra lujuria,
deliciosa melodía en bemol,

desatando cada vez más la furia.
Fundidas la ansias en ese crisol,.
presa en sus flamas sentí que moría.

martes, 4 de mayo de 2010

FUEGO CONTRA FUEGO

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La pasión de tu mirada me seduce,
despertando la locura en mis entrañas
y desatan en mí todas las mañas
el torrente de pasiones que produce.

El volcán de tus anhelos sale al cruce,
del ardiente deseo de mis montañas,
con los belfos de fuego desenmarañas
las tempestades de éxtasis que produce.

Y recorre mi estructura muy ardiente,
voraz fuego desbastando mis sentidos
desbordando un río de lava candente.

Sobre sabanas de sedas esculpidos,
descansan de la febril danza demente
nuestros amantes cuerpos desfallecidos.

sábado, 24 de abril de 2010

STREEP DANCE

SENSUAL

Te envuelvo con el hechizo de mi danza, al son de la música, suavemente me contorneo, Con movimientos felinos suelto mi cabello y sin dejar de mecerme, poco a poco desnudo mi cuerpo, en cada sensual movimiento se va encendiendo tu fuego. Mi acariciante mirada abre las ventanas de tus deseos, en cada balanceo percibo el ahogado gemido de tu garganta, tu febril mirada se pierde en el vaivén de mis caderas. Despojado mi cuerpo de sedas sigue entregado a la música, como oleajes de fuego comienzo a sentir tu aliento, vistiendo mí desnudes con caricias y besos.

sábado, 27 de marzo de 2010

PASAJEROS DE UNA NOCHE

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Me levanté como todos los días para ir a mis actividades, sólo que ese días, por razones laborales, debía ir a Capital. Por este motivo, me arreglé un poco más que otras veces. Hacía mucho frío. Me puse una minifalda negra, medias y zapatos al tono, un pullover blanco y el abrigo de piel. Me subí al auto y partí, era una mañana típica de invierno, fría pero con un sol brillante. Al salir del peaje, se me pone un vehículo a la par, y como es natural miré. Alguien del otro auto me hace una sonrisa, haciéndome la desentendida acelere un poco más, a los pocos metros, hizo sonar la bocina y nuevamente me sonrío. Debo ser sincera ese jueguito comenzó a gustarme. Así continuamos hasta llegar a Capital. Después que baje de la autopista descubrí que esa persona me seguía. Nuevamente toco bocina e hizo seña que me detuviera, A los pocos metros me detuve, bajó de su auto, se acerco hasta donde estaba y me propuso tomar un café para poder dialogar más tranquilos. Acepté, ya en la cafetería pude verlo bien.Era un hombre bastante interesante, canoso, con unos ojos increíblemente expresivos, los que dicen más que las palabras, un seductor nato. Hablamos un rato e intercambiamos los teléfonos. Dos días después salimos a cenar. Debo reconocer que cada vez me gustaba más.
Después de cenar fuimos a mi casa, a tomar café. Se había creado un clima de complicidad, y así empezamos a seducirnos. No existe situación más bella que la de seducción. El juego de las miradas; las sonrisa cómplices; el rozarse como al descuido; la temperatura y la adrenalina comienzan a elevarse y el corazón late mas fuerte; la respiración se va agitando y el cuerpo comienza a temblar, esperando ese beso pasional. Así fue, el hechizo nos envolvió y la pasión se hizo presente. Me apoyó suavemente sobre la alfombra, entre los almohadones, y me besó casi con desesperación. Lentamente me fue quitando la ropa, hasta quedar solamente con el body. Obviamente, hice lo mismo hasta dejarlo con el bóxer. No puedo explicar todo lo que sentí cuando tuve a la vista su cuerpo, el torso tan velludo, (me encanta el hombre con mucho vello), me erotiza mucho,hasta se podría decir que me vuela la cabeza.
Comencé a lamerle, recorriendo toda su anatomía, para detenerme en los dedos de los pie, (me reconozco fetichista), me atraen los pies, son tan suaves, nada me place tanto como subcionarle los dedos . Es increíble observar la cara de placer que pone el hombre ante ese acto. Se incorporó, tomo mi cara y volvió a besarme apasionadamente, mientras mis manos acariciaban su masculinidad, tan tensa, tan deseable. Deslizó sus manos por mis relieves, hasta llegar a mi jade, tan húmedo y deseoso de ser besado,y con delicadeza desabrochó el body, para hundir su boca y beberse toda mi humedad, al tiempo que jugueteaba con su lengua en mi pequeño relieve, arrancándome las explosiones mas hermosas. Ante tanta locura, le quite el bóxer para deleitarme con su firme espada, la que lamí hasta que lo hice explotar, como si hubiera descorchado una botella de champagne después de haberla agitado. Con esa misma fuerza, derramó toda su savia, la bebí como una sedienta en medio del desierto.
Así nos entregamos al placer hasta que nos sorprendió la mañana.

LUJURIA

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Naty y Sebastián, eran pareja desde hacia más de diez años, ella una morena atractiva, joven, pasional, él, un hombre elegante, culto, algo mayor que ella, muy dedicado a su trabajo. En apariencia, eran una pareja formal y bien constituida, pero en la realidad, no era tan así, ya que como dije, ella muy pasional y el con algunas dificultades sexuales. Una tarde alguien le comenta a Sebastián, que su mujer le era infiel, que cada mañana cuando el se iba a sus actividades, a su casa llegaba un hombre joven y que al cabo de algunas horas se retiraba. Una mañana, como lo hacía habitualmente sale de su casa, pero ese día en particular decide regresar para confirmar la infidelidad. Al cabo de una hora, vuelve a su casa y sin ser visto, se dirige al cuarto en el que su esposa y el amante ocasional se encontraban, aprovechando la puerta entreabierta se pone a observar como ambos estaban entregados a un acto lujurioso como pasional, esa visión, lo excito al punto de encenderlo como una hoguera, comenzó a tener sensaciones que hacia mucho tiempo no experimentaba, se quedo observando como su mujer gozaba y gemía, en ese momento comenzó a sentir que derramaría su lava, continuó acariciándose en tanto su deseo seguía en aumento, en el cuarto su mujer y ese joven, de cuerpo musculoso y fibroso, seguían entregados a todo tipo de juegos eróticos y lujuriosos. En el momento que su mujer era penetrada por el túnel, no pudo contenerse e ingresó a la habitación, y comenzó a besar los relieves turgentes de su mujer, continuó besándola hasta detenerse en el bello jade y deleitarse con el pequeño relieve de su interior, sorbiendo todo el néctar que manaba como un manantial, para ser él, quien la atravesara con su espada, firme como la de un guerrero, en tanto los tres enloquecían en medio de gritos, gemidos

CEREZAS Y CHAMPAGNE

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En una reunión, unos amigos, me presentaron un caballero, de esos hombres de aspecto imperturbable, se lo veía muy serio y formal, dialogamos un rato y en la medida que iba tratándolo, había algo en él que me empezaba a gustar, me atraía su caballerosidad, cultura e inteligencia, un hombre de mundo, con ese aditivo que le da la experiencia, no era lindo, pero en verdad tenia algo. Después de la reunión se ofreció gentilmente a llevarme, en el camino, me pregunta si aceptaría beber una copa de champagne en su barco, que lo tenía en el Náutico de San Isidro, acepte su invitación. Serian aproximadamente las dos de la madrugada cuando llegamos a su yate, lujosamente equipado, puso música, trajo cerezas y descorcho una botella de champagne Pomeri, a poco de estar allí comencé a notar que me miraba de un modo diferente, sentía que me acariciaba con la mirada, creo que fue el momento exacto en que empezamos a seducirnos, en un momento me toma de las manos y me las besa, diciéndome cuan hermosa era y cuanto lo erotizaba, se me acerco, aun más, y empezó a besarme y acariciarme, lentamente me quito el vestido, yo no usaba ropa interior, así que me quede con las medias y el portaligas, esa imagen lo enloqueció. Me senté encima de él y mientras lo besaba y acariciaba, le iba quitando la ropa, hasta dejarlo totalmente desnudo, lo puse boca abajo, rocíe su espalda con champagne, para sorberlo al tiempo que lamía esa espalda tan perfecta, así fui recorriendo toda esa anatomía tan varonil, separe suavemente sus glúteos para hundir la lengua en su túnel, lo sentía gemir mientras su cuerpo se humedecía, por tanto placer, se dio vuelta, me sentó sobre la barra del pequeño bar, tomo la botella de champagne y la volcó desde mis cerros, para beberlo de mi portal, mientras sorbía mi miel, tomo las cerezas y empezó a ponerlas de a una en mi bello jade, para comerlas, retirándolas con la punta de la lengua, provocándome las explosiones mas hermosas, mi locura era incontenible, puse un sorbo de champagne en mi boca y atraje su cara hacia mi, para dárselo a beber y fundirnos en un beso profundo y pasional. Me acostó sobre la barra para subirse y cabalgarme, como un jinete loco y desesperado, arrancándome todas las explosiones que quiso, me dio vuelta, entro en mi túnel, aferrándose de mis cabello, para derramarme toda su savia, en medio de gritos y gemidos, hasta quedar exhausto sobre mi espalda, entre una lluvia de caricias y besos.

DELICIAS DE UNA NOCHE

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Natacha, una bella mujer de casi cincuenta años, no se notaba el paso de los años, por el contrario, estos habían sido generosos con ella, de hecho cuando le preguntaban la edad, se permitía decir unos cuantos menos, una mujer culta, femenina, muy suave, que la hacían aún más, apetecible. Hacia tiempo que estaba sola, se había divorciado después de algunos años de matrimonio. Desde el momento que se quedo sola, se había dicho a si misma que se permitiría vivir un gran amor, sólo si este valía la pena, pero de algo estaba segura, quería un hombre mucho más joven que ella, siempre tuvo la fantasía que los hombres más jóvenes, tienen menos problemas que aquellos que pasan los cincuenta, son más pasionales, más vehementes, a la hora del amor, no tienen limites, pues ella en verdad no los tiene, es capaz de estar toda una noche haciendo el amor, con la misma pasión del comienzo, de hecho, ese era el problema que tenía con su ex marido, necesitaba cada día, vivir esa pasión arrolladora que tenia adentro y el no le correspondía de la misma manera.
Una mañana, en el trayecto a sus actividades, conoce a un hombre, alto, de impecable traje, muy elegante, ambos cruzaron sus miradas, él le esbozó una sonrisa, ella sintió que se le movía el mundo a sus pies, sabía que mientras durara ese viaje irían jugando con sus miradas, ella pensaba, ojala bajaran en la misma estación, pero sentía seria mucha coincidencia Ya llegaba a destino y tuvo que bajarse, al salir de la estación, descubre que él también había bajado detrás de ella, se vuelven a mirar. Acercándose él, le pregunta, - ¿tienes tiempo para un café?, A lo que ella accedió. Él, un joven algo más de treinta años, muy caballero y extremadamente seductor, Nachata estaba impactada, después del café, quedaron en encontrarse al día siguiente por la tarde. La ansiedad hasta el encuentro, era terrible, su imaginación volaba.
Y llego el momento del encuentro, ella, muy nerviosa, era la primer cita después de su divorcio, además sería la primera vez que estaría con un hombre, que no era su marido. A la hora indicada lo ve llegar, lucia un impecable traje claro que lo hacia más atractivo aún, también ella estaba radiante, se miraron largamente y entraron a la confitería. Después de varios café, él le propone tomar una copa en otro lugar, ella sugiere ir a su departamento, diciéndole que tiene una botella de champagne en la heladera. Vivía muy cerca de donde estaban, esas pocas cuadras parecían kilómetros.
En sus mentes se sucedían las imágenes, en tanto intentaban disimular la agitación. Una vez en el departamento, comienzan a besarse con desesperación, susurrándole al oído le dice a Eduardo, que se ponga cómodo, pues ella haría lo mismo, pone música y se va a su cuarto, a los poco minutos vuelve ataviada con una bata de seda negra y su cabello suelto, se la veía hermosa, exultante, sexy, se acerco a el, jugando con sus cabellos lo beso largamente, mientras el deslizaba sus manos por debajo de la bata. Separándose un poco de el comenzó a moverse delicadamente al ritmo de la música, al tiempo que dejaba caer la bata dejando al desnudo su bello cuerpo, él, la observó lascivamente y la tomo entre sus brazos para comenzar a recorrer con sus labios ese cuerpo tan apetecible, mientras ella acariciaba su zona más erógena Con la gracia y suavidad de un felino besa ese cuerpo varonil, hasta detenerse en su masculinidad y sorber todo el néctar que manaba del, luego lo sentó en el sofá y se puso de ahorcajada, para cabalgar en tan bello corcel, mientras gemía de placer, le gustaba sentir que dominaba la situación, el tan joven con su sexo tan firme y potente , la volvía loca, así cabalgo y cabalgo hasta agotarse, luego se ubico en el sofá para que su amante la poseyera de pie, pues tanto su portal, como su bello túnel estaban preparados, con su gran humedad para recibir bello ígneo, y entrar en erupción como un gran volcán derramando un rió de lava.

CELEBRACIÓN

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Sasha, escritora de cuentos eróticos, presentaba su primer libro, estaba impactante, destilaba erotismo por los poros, vestida de negro, con un straples y una falda de seda, su cabello rubio recogido en forma desmechada, acentuaban su sensualidad, una mujer alta, bella, era observada de cerca por su gran amor. Él, atractivo, se lo veía muy elegante con un pantalón color beige y una camisa blanca, ambos se cruzaban miradas muy cómplices, quizás pensando en la celebración privada que iban a tener. Él sabia que su mujer debajo de la ropa, solo vestía el portaligas y las medias, esa sola imagen lo volvía loco. Estaba radiante de felicidad por ese momento, tan esperado por Sasha. Después de firmar varios libros, fue a cenar con su editor y su gran amor, para luego partir a su casa donde los esperaba esa gran celebración intima... Llegaron tan felices, mientras el descorcho una botella de champagne, ella puso música suave e ilumino tenuemente el ambiente, él, se le acerco y la tomo suavemente entre sus brazos, ella saco de su escote una tarjeta y con una sonrisa cómplice se la entregó. La tarjeta decía Esteban Linares, arquitecto, se la había entregado en la presentación, el la tomo y fue hasta el teléfono habló por espacio de unos minutos y volvió donde estaba ella para tomarla nuevamente entre sus brazos y así comenzó a quitarle la falda, al tiempo que se mecían al ritmo suave de la música, para dejarla con el straples, el portaligas y las medias, nada mas. Él la besaba recorriéndole la nuca, los hombros y la espalda, en medio de la locura que le provocaba toda esa situación, ella, se dio vuelta y comenzó a desvestir a su amor hasta dejarlo totalmente desnudo, para deslizarse, hacia abajo lamiendo el cuerpo de su hombre hasta llegar a los pies, los que lamió con delicadeza para luego con la misma dulzura comenzar a subir hasta llegar a su hermoso ígneo, tan potente, fuerte, y lamerlo en su extensión, mientras él gemía. En ese momento llamaron a la puerta, él se separó un instante y franqueó la puerta, volvió hasta donde estaba ella y la comenzó a besar, a lamer con pasión descontrolada, se abrió la puerta y apareció un hombre joven y muy apuesto, era Esteban, se los quedo mirando unos minutos, para luego acercarse a ella y comenzar a besarla, acariciarla, mientras su amado los observaba, hasta que penetro en su túnel haciéndola gritar como una gata en celo, en medio de tanta locura sus explosiones se sucedían, una tras otra. Después su amado la tomo entre sus brazos y la llevo hasta el yacuzi, la sentó en el borde separo sus piernas para sorber la savia que manaba de su jade. Luego, la metió en medio de las espumas, para entrar con su hermosa espada, en el portal tan húmedo y deseoso de ser penetrado, mientras se besaban, sus cuerpos se entregaban al frenético movimiento de la pasión, en tanto Esteban se autosatisfacía, ante tan erótica situación, hasta que les invadió el sosiego, para volver a empezar...