sábado, 27 de marzo de 2010

PASAJEROS DE UNA NOCHE

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Me levanté como todos los días para ir a mis actividades, sólo que ese días, por razones laborales, debía ir a Capital. Por este motivo, me arreglé un poco más que otras veces. Hacía mucho frío. Me puse una minifalda negra, medias y zapatos al tono, un pullover blanco y el abrigo de piel. Me subí al auto y partí, era una mañana típica de invierno, fría pero con un sol brillante. Al salir del peaje, se me pone un vehículo a la par, y como es natural miré. Alguien del otro auto me hace una sonrisa, haciéndome la desentendida acelere un poco más, a los pocos metros, hizo sonar la bocina y nuevamente me sonrío. Debo ser sincera ese jueguito comenzó a gustarme. Así continuamos hasta llegar a Capital. Después que baje de la autopista descubrí que esa persona me seguía. Nuevamente toco bocina e hizo seña que me detuviera, A los pocos metros me detuve, bajó de su auto, se acerco hasta donde estaba y me propuso tomar un café para poder dialogar más tranquilos. Acepté, ya en la cafetería pude verlo bien.Era un hombre bastante interesante, canoso, con unos ojos increíblemente expresivos, los que dicen más que las palabras, un seductor nato. Hablamos un rato e intercambiamos los teléfonos. Dos días después salimos a cenar. Debo reconocer que cada vez me gustaba más.
Después de cenar fuimos a mi casa, a tomar café. Se había creado un clima de complicidad, y así empezamos a seducirnos. No existe situación más bella que la de seducción. El juego de las miradas; las sonrisa cómplices; el rozarse como al descuido; la temperatura y la adrenalina comienzan a elevarse y el corazón late mas fuerte; la respiración se va agitando y el cuerpo comienza a temblar, esperando ese beso pasional. Así fue, el hechizo nos envolvió y la pasión se hizo presente. Me apoyó suavemente sobre la alfombra, entre los almohadones, y me besó casi con desesperación. Lentamente me fue quitando la ropa, hasta quedar solamente con el body. Obviamente, hice lo mismo hasta dejarlo con el bóxer. No puedo explicar todo lo que sentí cuando tuve a la vista su cuerpo, el torso tan velludo, (me encanta el hombre con mucho vello), me erotiza mucho,hasta se podría decir que me vuela la cabeza.
Comencé a lamerle, recorriendo toda su anatomía, para detenerme en los dedos de los pie, (me reconozco fetichista), me atraen los pies, son tan suaves, nada me place tanto como subcionarle los dedos . Es increíble observar la cara de placer que pone el hombre ante ese acto. Se incorporó, tomo mi cara y volvió a besarme apasionadamente, mientras mis manos acariciaban su masculinidad, tan tensa, tan deseable. Deslizó sus manos por mis relieves, hasta llegar a mi jade, tan húmedo y deseoso de ser besado,y con delicadeza desabrochó el body, para hundir su boca y beberse toda mi humedad, al tiempo que jugueteaba con su lengua en mi pequeño relieve, arrancándome las explosiones mas hermosas. Ante tanta locura, le quite el bóxer para deleitarme con su firme espada, la que lamí hasta que lo hice explotar, como si hubiera descorchado una botella de champagne después de haberla agitado. Con esa misma fuerza, derramó toda su savia, la bebí como una sedienta en medio del desierto.
Así nos entregamos al placer hasta que nos sorprendió la mañana.

3 comentarios:

  1. letras que se palpan reales en la naturalidad que tu sensualidadd les imprimeee..

    lujito leertee amigalmaaa..!!

    mi cariñoo entregado en manooo..!!

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  2. Este comentario ha sido eliminado por un administrador del blog.

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  3. Gracias mi querido compatriota por tu generosa presencia. Aprecio mucho saber que te ha gustado.

    Besitos de lluvia

    Stella Maris

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